Mentores, no profesores
Cuando nos lanzamos a montar nuestra propia empresa uno de los objetivos era compartir lo aprendido a lo largo de nuestra carrera. Y hacerlo como nos hubiera gustado aprenderlo: de forma práctica.
Sabemos que la mayoría de las cosas que valen la pena requieren tiempo y, por ello, no esperamos que se interioricen en un par de días. Buscamos ser un punto de inflexión en el trabajo de otros desarrolladores.
Buscamos ser un punto de inflexión en el trabajo de otros desarrolladores.
Nosotros no queremos ser el típico profesor, sino que nos gusta más el concepto de mentor. La diferencia para nosotros está clara. El profesor, desde la tribuna de oradores, comunica unos conocimientos de manera casi dogmática. Muchas veces, el alumno retiene el contenido sin razonarlo, por lo que, a menudo lo que aprende, con el tiempo, se olvida.
Como mentores, buscamos ser esa persona que te guía en tu proceso de aprendizaje, que te ayuda a darte cuenta de tus errores, que te enseña a corregirlos pero que también te recuerda que tienes derecho a equivocarte. El mentor te hace preguntas para que sigas avanzando en el camino del conocimiento. Te hace de bastón cuando necesitas soporte, pero su lugar es caminando a tu lado y a tu ritmo para asegurarse de que absorbas los conocimientos. Pensamos que cuando el conocimiento es razonado y no memorizado, entra a formar parte de tu bagaje personal lo que te enriquece como programador y como ser humano.
Nos gusta generar momentos para tomar conciencia sobre cómo hacemos las cosas.
Programar es un trabajo en equipo, por ello le damos mucha importancia a que las formaciones sean en parejas y las discusiones en grupo. Trabajando con compañeros podemos aprender de ellos, cuestionarnos nuestras decisiones, a la vez que compartimos nuestra sabiduría. Nosotros explicamos desde la experiencia de haber puesto en práctica los conocimientos que impartimos. Por eso, no nos importa ‘ensuciarnos las manos’ y programar como uno más. Verte programar nos ayuda a identificar los errores, resaltar tus aciertos y hacerte reflexionar sobre los porqués. Gracias a estar dando feedback constantemente, los cursos son muy dinámicos y personalizados y provoca que no haya dos cursos iguales. Nos gusta generar momentos para tomar conciencia sobre cómo hacemos las cosas.
Para nosotros, no eres un alumno sino un compañero en el camino hacia la maestría del desarrollo de software.
No eres un alumno sino un compañero en el camino hacia la maestría del desarrollo de software.