Entrevista a Jordi Anguela
Tras haber conocido un poco más a Luis Rovirosa, le toca el turno a Jordi Anguela, cofundador de Codium y formador de equipos de programadores.
¿Por qué decidiste empezar a trabajar en formación?
Trabajar enseñando lo que sé es muy gratificante. Supongo que, como le pasa a mucha a gente, intentas darle sentido a todo lo que haces y que tenga un impacto positivo, aunque sea pequeño. Además, se junta la gran necesidad que tienen las empresas de mejorar las habilidades técnicas de sus equipos de desarrollo. Actualmente es muy difícil fichar talento en el mercado y las empresas encuentran en la formación la fórmula adecuada para mejorar las habilidades de sus trabajadores.
¿Qué tiene Luis para que te atrevas a emprender este proyecto con él?
Luis y yo nos conocemos desde la escuela. Es uno de mis mejores amigos y alguien con el que tengo total confianza. Trabajar juntos nos permite ayudar al otro a sacar lo mejor de él. En mi opinión, otro de los ingredientes en la fórmula de la felicidad es la diversión. Después de trabajar un día entero al lado de Luis estoy rendido, porque es exigente y disciplinado, pero al mismo tiempo estoy satisfecho del esfuerzo y los resultados obtenidos y, encima, me lo he pasado genial. Nunca paro de aprender y crecer a su lado.
¿Qué ofrece Codium que no ofrezcan otras empresas de formación?
La clave es que sabes lo que contratas y que no te vamos a fallar. Contratas un curso donde se aprende programando y los asistentes se lo pasan bien. Prestamos mucha atención a cada detalle. Los cursos los impartimos Luis y yo así que no hay sorpresas con los profesores. Vamos más allá de una simple formación: queremos que nuestros cursos sean una experiencia, que la gente venga con ilusión a aprender, que se sientan seguros y puedan equivocarse. A todos los asistentes les tratamos como los profesionales que queremos que sean. Nuestros cursos no son las típicas formaciones de catálogo aburridas para aprender Java o NodeJS donde sólo hay teoría.
¿Qué ventajas tiene la metodología TDD respecto a la forma como se ha programado siempre?
Este es un tema que Luis y yo hemos trabajado en profundidad. El TDD nos da seguridad a la hora de desarrollar, nos permite moldear el software sin romperlo, simplificar los problemas, que los desarrollos sean sostenibles (es decir, garantizar que lo entregamos funcione ahora y en el futuro), mejora la salud y la moral de los trabajadores y del equipo, y finalmente, permite profundizar en la raíz de los problemas.
Habláis mucho de sostenibilidad y respeto, ¿qué significan para ti?
Son dos engranajes de deberían estar en el seno cualquier empresa, y si lo extrapolamos, de todo lo que hacemos en nuestro día a día. Sin ellos nada puede girar.
Personalmente me gusta mucho tratar un mismo concepto con las perspectivas: “hacia dentro” y “hacia fuera”. Ser sostenible y respetuoso con uno mismo y con los demás. Y creo que la parte del “uno mismo” es muchas veces la que queda descuidada o en segundo plano, y eso nos conlleva a estar insatisfechos, frustrados, pudiendo derivar hasta el estrés o ansiedad. Es por ello que ponemos mucho énfasis en crear y evolucionar de forma respetuosa y sostenible en vez de muy rápido y con una presión que no se pueda soportar. Hay aún un largo camino que recorrer en nuestra sociedad. Espero que el slow life se vuelva más popular, sufriendo menos y disfrutando más.
Formáis parte de la comunidad Software Craftsmanship, ¿en qué se traduce esa pertenencia?
Mi primer contacto con la comunidad fue en la conferencia SoCraCan (Socrates Canarias) donde nos reunimos casi 100 profesionales venidos de toda Europa. Sinceramente no puedo explicar lo maravillosos que fueron esos 4 días. No importa si eres un gurú o acabas de empezar, ni tus creencias ni orientaciones. En esta comunidad lo importante es reunirse, compartir, disfrutar y crecer juntos. Aprendí tanto en esos 4 días que decidí que debía devolver a la comunidad parte de lo que me había dado. Así que continué asistiendo a las siguientes conferencias que se organizan por toda España para hablar de aquello que sé o me importa. Ahora no solamente la comunidad es una de mis fuentes de nuevo conocimiento, sino que también participo activamente en ella haciendo que siga creciendo.
Hablas constantemente de trabajar en equipo, ¿qué cualidades tiene un buen equipo para ti?
Un equipo debe tener claro sus objetivos a corto, medio y largo plazo. Debe pasar tiempo trabajando juntos, para alinearse, mejorar y decidir las mejores estratégias. Para que el equipo funcione y los automatismos se interioricen requiere invertir mucho tiempo y esfuerzo en practicar, en repetir, para así entender y asimilar.
Debe estar motivado (para ello nada mejor que utilizar técnicas de gamificación). Debe trabajar de forma profesional, esto implica tener claro cuales son tus derechos y responsabilidades. Y para que el equipo saque la mejor versión de sí mismo y crezca se le debe proporcionar todos los recursos necesarios y confiar en él.
¿Por qué es importante para una empresa contratar el curso de Legacy antes lanzarse a contratar el curso de TDD?
El curso de Legacy nace porque hay empresas que nos contactan y ni tan siquiera han escrito nunca test. Esto significa que aún no han descubierto el valor gran valor que aportan los tests: garantizar de forma automática que tu aplicación se comporta como se espera. Buscan en TDD la solución a todos sus problemas cuando en verdad hay otros aspectos que hay que tratar primero.
En el curso de Legacy aprendes a reducir la complejidad y acoplamiento del código con tu sistema, te enseñamos las ventajas de tener tests y te mostramos cómo puedes empezar a escribir pruebas automatizadas. Todo esto te permite sentar unas bases sólidas en el equipo.
¿Qué aspectos son los que más valoran vuestros clientes de vuestros cursos?
Que sea práctico, que lo tenemos muy preparado, que es muy fácil trabajar con nosotros y que nos adaptamos a tus necesidades.
¿Te gustaría añadir algo más?
Para terminar me gustaría acabar con una frase:
I believe all we need are simple things, I think simple things have all the answers.
Shuichi Kotani, Japanese noodle master.